viernes, 22 de enero de 2016

LA HUELVA DESTRUIDA II: FRENTE A LA CONSERVACIÓN, LA DESTRUCCIÓN. CALLE PUERTO.

EL CONTEXTO


En Huelva ha dominado la corriente de ese tipo de arquitectos que parecen abominar de las reconstrucciones, convencidos en su personalisima vanidad, de que su nueva aportación (que en Huelva casi en su totalidad carece de valor o entidad alguna) contribuirá más positivamente a los tiempos que corren, mientras que reconstruir no deja de ser poner en valor la obra de otros. Seguramente es la mejor manera de ocultar la carencia del talento y la capacidad suficiente para crear la belleza que otros antepasados, mucho más avezados, sí supieron dejar manifiesta. Si tal modo de actuar a la hora de elegir entre restaurar un inmueble de valor, o destruirlo para reemplazarlo por algo más "acorde" con el nuevo creador, se llevara a cabo con esta facilidad para decantarse por la destrucción, tan típica en Huelva, en otros lugares del mundo sería imposible reconstruir verdaderas maravillas, que hoy en día se presentan semejantes a lo que fueron sus originales.


Mirad este ejemplo, que pude comprobar por mí mismo hace unos años en la deslumbrante ciudad de San Petersburgo. Son varios los palacios de verano que la rodean, todos ellos incendiados y destruidos por los nazis en el cerco de Leningrado (como entonces se llamaba) durante la segunda guerra mundial. Los visitantes del Palacio de Peterhoff pueden contemplar, en los jardines delanterios del palacio, fotografías del estado en que quedó el mismo tras los bombardeos nazis, como podéis ver a continuación: y el resultado de la magnífica reconstrucción que se puede admirar hoy en día. Nada es imposible cuando existe la voluntad de devolver a una ciudad el patrimonio perdido:



Estado en que quedó el Palacio de Peterhoff tras los bombardeos nazis de la II Guerra Mundial










































Mientras aquí, en Huelva, nos echamos a temblar al contemplar, por ejemplo, las propuestas que algunos, que se llaman arquitectos, han hecho para reinterpretar (que no reconstruir) y recuperar, por ejemplo, el desaparecido tramo de tierra del Muelle cargadero de mineral de la Riotinto Company, unos de los símbolos de la ciudad más queridos, y considerada una de las mejores obras de ingeniería civil en España. El muelle fue desmantelado parcialmente en la década de los 70 para posibilitar el tránsito de vehículos pesados hacia el polo químico. Su aspecto original en la zona en la que quedó desmantelado es el siguiente:








Reponer los tramos de estructura metálica que en su día fueron cortados o desmontados sería lo que cualquier mente lógica y respetuosa llevaría a cabo. Pero en Huelva, la fantasía puede volar hasta proponer como alterntaiva esta especie de cubierta de cintra transportadora de paque de carbón de central térmica, que fue lo que a la sazón salió en prensa a raiz de la propuesta de reponer el tramo amputado al muelle cargadero:


Propuesta de "reconstrucción" del tramo eliminado en la década de los 70.






Vemos pues que en Huelva nos enfrentamos a un enermigo fuerte, que tiene de su lado a las administraciones públicas, que son las que convocan, seleccionan y adjudican según criterios que nadie con dos dedos de frente comprende.
 

LA DESTRUCCIÓN DE LA CALLE PUERTO


Pero vamos a ir dando paso a las tremendas pérdidas arquitectónicas que hemos tenido en Huelva. Por supuesto, este fue un mal común a muchas otras ciudades con la llegada del mal entendido desarrollismo de los años 60, pero no olvidemos que Huelva carecía de grandes monumentos de referencia, que sí estaban presentes en otras ciudades que, aunque maltratadas urbanísticamente, nunca perdieron lo básico ni lo importante de su personalidad, nunca las privaron por completo de su impronta. El encanto de Huelva radicaba en el conjunto de sus calles típicas, a medio camino entre pueblo y pequeña capital de provincias, donde se mezclaban en equilibrio casas sencillas y encaladas, con palacetes modernistas, o casonas nobiliarias del siglo XVIII. Romper esa trama, abrir en canal el casco antiguo arrasando con calles enteras, fue un verdadero atentado urbanístico, realizado sin oposición ciudadana, y en ello radica mi doble indignación, un desalmado brazo ejecutor y una nula resistencia de la población, que se mostró complaciente sino indiferente, con semejante escarnio, algo que ni siquiera se han atrevido a explicar más tarde a las generaciones que llegaron luego, entre las que me encuentro.


Una de esas calles hechas desaparecer casi por completo, fue la que se consideraba la arteria más aristocrática de la ciudad: la calle Puerto, si bien tuvo muchos nombres distntos a tenor del periódico histórico que se sucediera. La emblemática calle Puerto fue primero el camino hacia el puerto de la ciudad , y comunicaba la zona baja de la población con la zona alta, donde se encontraba el castillo de los Condes de Medina Sidonia y la Iglesia de San Pedro. A partir del siglo XIX se convertiría en la arteria más importante de la vida pública de la ciudad con el traslado del Ayuntamiento de Huelva.


Echemos un vistazo a cómo lucía en aquellos primeras décadas de 1900. ¿Quién no dudaría al ver estas fotografías sobre si estamos en ... un barrio parisino?:














































































































Fue ésta una de las calles donde más edificios señoriales se congregaban, pero sólo tres de ellos han llegado a nuestros días. Luego los veremos. Entre los arrancados a la ciudad a golpe de piqueta se encuentraban, sin distinción, edificios civiles como el antiguo Ayuntamiento, el antiguo Palacio de la Diputación contiguo al citado Ayuntamiento, o remontádonos a sus orígenes del siglo XVI, la Casa del Diezmo, amén de casas nobiliarias como el Palacio de los Trianes y el Palacio de los Quinteros, por nombrar dos de las más importantes casonas de familias de renombre, y hasta edificios religiosos, como el Convento del Santo Angel de la Victoria de la Orden de Los Mínimos.


Conseguir documentación gráfica de los mencionados edificios no es tarea fácil, y requeriría de medios de los que ahora no dispongo, así que me tengo que limitar a identificar los más conocidos y divulgados:


El antiguo Ayuntamiento:





 





Un edificio que a mi modo de ver era una auténtica joya, el Palacio de la Diputación:







Y la casa solariega de Los Trianes:



Profundicemos un poco más en esta familia y en su ligazón con Huelva. Los Trianes fueron una familia de comerciantes oriunda de Ayamonte que se establecen en Huelva en 1760 con el objeto de afianzar sus relaciones comerciales con Cádiz a través del puerto onubense. Pocos años después llegan a ostentar el título de alcaides del Castillo de Huelva, título concedido por los Duques de Medina Sidonia, señores de la ciudad de Huelva, así como de toda la Baja Andalucía. Sí, Huelva también tuvo Castillo, cosa que hoy en día resulta increible para gran parte de sus habitantes e que incluso algún gracioso y desinformado llega a poner tal hecho en duda. Pero de ello hablaremos en otro momento.



Cierto es que la casa en sí misma carecía en su fachada de elementos decorativos de realce, más allá de las pilastras que enmarcaban la puerta de acceso. Pero no dejaba de responder al modelo de casa solariega de familias adineradas de la época, destacando el patio porticado. No disponer de más material gráfico nos hace desconocer los detalles de la misma, pero en cualquier caso, de seguir existiendo a día de hoy sería un perfecto ejemplo de la arquitectura del sur de Andalucía en el siglo XVIII.



Edificio actual que reemplaza la casa Palacio de los Trianes. Fuente: Google Earth.
Esta casona fue, ya entrado el siglo pasado, cuartel de la Guardia Civil, hasta que sucumbió a la piqueta, supongo que en la década de los 60 o 70, al igual que el resto de la calle Puerto. En cualquier caso, y para los que no sois ni conocéis Huelva, os muestro el edificio que vino a reemplazarla, todo un alarde de gusto, belleza y talento, es lo que hemos heredado los actuales ciudadanos de esta villa.



La importancia de los Trianes en la historia de la ciudad se deja ver años más tarde, al ser los mecenas que encargan la construcción en 1791, en el Convento del Santo Ángel de la Victoria, situado frente a la casa palacio, de la Capilla del Sagrario, para servir de lugar de asentamiento y veneración de las imágenes de la Cofradía del Nazareno de Huelva (de las de más rancio abolengo y devoción hoy día en la ciudad), así como de panteón familiar. Será desde entonces cuando se ligue la historia de los Trianes a la de tan querida hermandad en Huelva, hecho que vuelve a constarse años más tarde, cuando el Convento de la Victoria queda afectado por la Desamortización de Mendizábal de 1835, viéndose obligada la hermandad a abandonar sus dependencias en el mismo y trasladarse a la vecina Iglesia de la Concepción, donde a inicitativa de los Trianes y sufragando esta familia los gastos, se construye una nueva capilla, donde hoy podemos admirar la portentosa figura del Señor de Huelva, y que aquí os dejo para disfrute de la belleza, esta vez, no sólo conservada, sino mejorada, sobre su imponente paso procesional que se cuenta entre los más hermosos de Andalucía:



Paso procesional de Nuestro Padre Jesús Nazareno. Autor: J. Bandera.



Huella de este nuevo mecenazgo quedó patente en el arco de entrada a la capilla, que se aprecia en la foto anterior, y donde quedó inscrita la fecha en la que la Capilla fue construida y la mención al costeamiento por parte de la familia Trianes de tal hecho. Una vez más el poco respeto por la historia de Huelva, hace que en las últimas obras de rehabilitación de la Iglesia de la Concepción, que se prolongaron por 7 años, y en las que se alteró gran parte de la fisonomía anterior de la cinco veces centenaria Iglesia (y primera de España dedicada a la Inmaculada Concepción) se destruyó y no se repuso tal inscripción.




Recientemente, a fiales de noviembre de 2015, la Hermandad del Nazareno aprueba modificar la heráldica para introducir en el escudo el Blasón de los Trianes (en sustitución del escudo de armas de los Condes de Barbate), y así reconocer el patronazgo que ostentaron durante dos siglos sobre esta cofradía. Bienvenidos sean símbolos de esta naturaleza, que permitan no desprendernos de la historia de la ciudad. La modificación del escudo también recoge en la base inferior la incorporación del símbolo de la Orden de Los Mínimos "Charitas" que fue la que se estableció en el Convento de los Mínimos también demolido, y donde se fundó esta Cofradía, y del que hablaremos a continuación.




Y en relación a este escudo, citemos lo que recoge en su testamento Teresa de la Cruz de Trianes (1845), viuda de José María Trianes, donde declara,
 “que habiéndose suprimido los conventos trasladé al altar que pertenecía a los Trianes, mis hijos, a la Parroquia de la Concepción en donde conservan sus pertenencias, como lo demuestra su escudo de armas”.


Como ya he comentado, otro de los edificios desaparecidos en la calle Puerto, fue el Convento de los Mínimos de la Victoria. Se encontraba frente a la comentada casa de los Trianes, como podemos apreciar en esta fotografía, donde el comvento se corresponde con la marca "1" (se puede apreciar la espadaña del campanario) y la casa de los Trianes con el número "2" (se aprecia perfctamente el patio que antes he comentado):






A pesar de ser una villa pequeña y lejana en el contexto peninsular, lo cierto es que Huelva vive en el siglo XVI un periodo de apogeo, y muestra de ello son los edificios religiosos que se erigen en ese momento:
 
  • Iglesia de la Concepción (1516)
  • Convento de las Agustinas
  • Convento de San Francisco (otra demolición de la que nos ocuparemos más tarde)
  • Convento de los mínimos de La Victoria, que ahora nos ocupa.

A estos conventos se sumarían diversas ermitas, y ya en el siglo siguiente se construiría el convento de La Merced.


Los inicios de la entrada de la Orden de los Mínimos en España se remontan al año 1487, cuando el santo Fundador (San Francisco de Paula) se encuentra en Plessis-Les-Tours, Francia.


Fernando el Católico, después de haber vencido al rey Alfonso V de Portugal en su intento de apoderarse del Reino de Castilla, se dedica de lleno a la reconquista del reino de Granada. En 1487, había puesto cerco a Málaga, antigua ciudad del reino de Granada, con puerto en el Mediterráneo. Ante las dificultades de conseguir la victoria, Francisco de Paula, posiblemente por medio del Conde de Lucena, embajador de Fernando V en Tours, tiene conocimiento del hecho y envía dos religiosos para que adviertan al rey Fernando que continuase, pues conseguiría la victoria. Poco tiempo después Málaga sería conquistada.


En memoria de tal acontecimiento, el pueblo dio a los Mínimos el nombre de "Victorios" o "Frailes de la Victoria". Fernando el Católico, en señal de agradecimiento mandó edificar en la ciudad de Málaga un oratorio denominado " Santa María de la Victoria", prometiéndoles transformarlo en convento, cosa que aconteció el 22 de septiembre de 1492, dándoselo a los frailes y concediéndoles licencia para que pudiesen fundar en cualquier parte de su reino.

Es así como la Orden entra y comienza a extender por los reinos españoles. A estos efectos las tierras andaluzas se dividieron principalmente en dos provincias religiosas: Granada y la Bética o de Sevilla. .

En esta última quedaron enclavados numerosos conventos: en Sevilla, Arahal, Puerto de Santa María, Jerez de la Frontera, La Puebla, Aznalcazar, Morón, Conil, Almonte, Huelva, Medina Sidonia, Alcalá de los Gazules, Jimena, Utrera y Sanlúcar de Barrameda.

Y éste fue el origen de nuestro convento de La Victoria. Fue fundado por Don Alfonso Pérez de Guzmán, Duque de Median Sidonia, y su construcción se debió, a Martín Rodriguez de Castro, maestro mayor de obras de la Villa de Huelva, al que también debemos las iglesias del convento de la Merced y de San Francisco. La desamortización de Mendizábal de 1835, será el principio del fin, del edificio, que pasó a manos gubernamentales, tras la expulsión de la Orden monástica, quedando el convento convertido en viviendas particulares..


¿Cuándo acabó definitivamente demolido? lo desconozco. Hoy en día en el lugar que ocupó se encuentra otro edificio sin el menor gusto, otra desafortunada sustitución, el colegio del Santo Angel.


Los edificios del antiguo Ayuntamiento, y del Palacio de la Diputación deberieron ser derribados y destruidos en la década de los 60 ó 70, si bien no tengo constancia exacta de la fecha, pero el tipo de edificios que vinieron a construir sobre sus solares arrasados, son los típicos de esos años.


Comenzaron derribando, como no podía ser menos, el más hermoso de ellos, la antigua Diputación, como podemos apreciar en esta fotografía:




Mientras que el Antiguo Ayuntamiento sirvió para levantar sobre él, lo que vemos a continuación, un pasaje, y sobre él un "sobresaliente" a la vez que elegante e imponente edificio de viviendas.



Así fue como los gobernantes responsables permitieron una pérdida patrimonial de primera magnitud, contraria a la lógica y el sentido común, porque precisamente si algo nos hace racionales son esas cualidadesque debieran ser innatas y no la inclusión de eficios en un catálogo histórico artístico. Imperaron otros intereses más terrenales y se perdieron para siempre y sin posibilidad de reemplazo, las mencionadas obras de arte.


LO QUE SE PUDO SALVAR

Para terminar con la triste historia del destino de la calle Puerto, he comentado anteriormemnte que sólo tres edificios singulares consiguieron sobrevivir al derribo y a la especulación urbanística, alguno, incluso se salvó "in extremis" del ansiado destino que le tenían reservado los poderes fácticos que han gobernado Huelva a su antojo. Pasemos a verlos, pues aparecen en las fotografias antiguas en todo su esplendor, que ahora conservan como pueden con alguna polémica intervención:


  • Casa de Quintero Báez, conocida como Casa del Millón (1916)

Este soberbio palacete fue obra de los arquitectos Gonzalo Aguado y José María Pérez Carasa y data de 1916.

Actualmente la que fuera la vivienda del alcalde de Huelva por dos veces , en los periodos mayo de 1924 - enero 1928 y marzo de 1930 - abril de 1931, Don Juan Quintero Báez, es la sede del colegio de Arquitectos. Que siendo sede de la entidad mencionada se haya permitido levantar en la cubierta, y entre las dos torres del palacete, lo que podéis observar en la foto, y que a su vez, y sin saber a ciencia cierta el motivo de tal desatino (¿fallos estructurales?) se hayan hudido como flechas de muerte los tirantes metálicos presentes, dice mucho del respeto que en esta ciudad nuestra muestran los responsables en uno u otro ámbito administrativo por la conservación del patrimonio y el respeto al recuerdo de los grandes nombres de esta ciudad.


Quintero Báez fue nombrado Hijo Predilecto de Huelva. Además en 1925 se le concedió el título de Comendador de Isabel la Católica. En mayo de 1926 recibe la Medalla de Oro de la ciudad y en 1957 la Medalla del Trabajo. En 1926 se llegó a incluso a proponersele como Conde de Onuba, título que él rechazó.Muere en 1960, cediendo, años más tarde, su nieto, los enseres a la Virgen de la Cinta. Tanto el bastón de alcalde como la Medalla de Oro de la ciudad, son prendas ahora de la Patrona de Huelva. Pues a pesar de la talla de tan ilustre personaje, este palecete estuvo a punto de ser demolido a su muerte.


El sobrenombre de Casa del Millón le viene dado porque, según las crónicas populares, fue el precio que costó en aquella época la nueva vivienda.


  • Palacio de Mora Claros

Mandado construir en 1912, fue diseñado por Moisés Serrano Mora y reformado en 1919 por el el gran arquitecto José María Perez Carasa (que siempre he comentado fue a Huelva lo que Aníbal González fue a Sevilla), como residencia para Don Antonio Mora y Claros, casado con la Condesa de Mora Claros, Josefa Jiménez Vázquez, y que sería elegido años más tarde, en abril de 1920 Alcalde Huelva.



El Palacio de Mora Claros nació como consecuencia de la aparición de una burguesía acomodada por el desarrollo de la minería.

A este ilustre personaje, hombre poderoso, de extremada influencia en los círculos políticos onubenses se dedica asimismo el monumento que se observa en la fotografía, consitiendo en un artístico basamento sobre el que se erige el busto del Alcalde y conde consorte.



  • Casa Antonio Checa (1904)

Este bellísimo palacete fue construido en 1904 por Francisco Monís conjugando elementos modernistas. Fue clínica 18 de Julio y actualmente es sede de la UGT.

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